Colegio Stella Maris
Bloque 5
Integrantes:
Gabriela Reyes Páramo
Azucena del Roció Martínez Mendoza
Carlos Andrés García Corona
Enrique Hernández Jaime
Rene Vázquez
Aprendizaje Esperado:
Plantea preguntas, realiza predicciones, formulas hipótesis, con el fin de obtener evidencias empíricas para argumentar sus conclusiones, con base en los contenidos estudiados en el curso. Diseña y elabora objetos técnicos, experimentos o modelos con creatividad, con el fin de que se describa, explique y prediga algunos procesos químicos relacionados con la transformación de materiales y obtención de productos químicos.
Comunica resultados de su proyecto mediante diversos medios o con ayuda de las tecnologías de información y la comunicación, con el fin que la comunidad escolar familiar reflexione y tome decisiones relacionadas con el consumo responsable o el desarrollo sustentable.
Evalúa procesos o productos o considerando la efectividad durabilidad, y beneficios social, tomando en cuenta la relación del consumo con el impacto ambiental.
Propósito:
Dar a conocer a la sociedad la evolución de los diversos productos utilizados en las culturas mesoamericanas.
Introducción
Se da desina Mesoamérica a la región centro sureste de México y la zona norte de centro américa, donde florecieron las más importantes civilizaciones prehispánicas. De los olmecas, en lo que hoy es el sur de Veracruz y tabasco. Los mayas en la península de Yucatán exactamente. Los mixtecos dios Zapotecos, en lo que actualmente es el estado de guajaca. Los Tónicas en el norte del sur; hasta los toltecas y mexicas en latín.
Gracias a las ruinas ciudades astrales que poco a poco nos han ido revelando información de suma importancia acerca de su vida cotidiana en los materiales que utilizaban.
Un aspecto sorprendente es que se podían realizar materiales sin la utilización de herramientas metales, sin polea y sin la rueda. Utilizaron la caliza la cual era extraída con herramienta de piedra para ser endurecida después de su localización, además de su uso escultural que la daba a la caliza mayor parte de la mezcla que era triturada, quemada y combinada con otros elementos. Imitando hacia las propiedades del cemento. En el caso de las habitaciones comunes era el adobe la madera y el adobe; también fue importante el barro, el adobe y el basalto.
Con la peculiaridad del uso de la cal en todos estos, y los agregados vegetales como la baba de maguey, que servía aglutinante, como cementantes se fueron depurando hasta lograr la excelencia arquitectónica ingeniera que puede admirarse asta hoy.
Por donde podemos empezar
Haciendo investigaciones sobre el tema, además de apoyarnos de los conocimientos adquiridos en el primer bloque en la asignatura de Historia además de asiendo utilización de distintos medios de difusión para nuestra información y que la sociedad la conozca.
Preguntas del proyecto
¿Qué propiedades tenían los materiales usados por las culturas mesoamericanas que permitían emplearlos con los fines que les dieron?
¿Considerando que esos materiales fueron usados de manera correcta?
¿Se siguen utilizando esos materiales en la actualidad con los mismos fines? ¿Cómo se utilizan ahora?
¿Qué diferencia hay entre los nuevos materiales y los que se empleaban en Mesoamérica?
¿Por qué es importante saber que materiales utilizaron en su vida cotidiana? ¿Por qué es importante conservar ese legado y lo logrando aprovechando sus propiedades especiales?
Historia
Se conoció en Europa a finales del Siglo XVIII. Las primeras exportaciones hacia Europa occidental datan de los años 1790, siendo utilizada la fibra en ese tiempo para la fabricación de cuerdas.
En 1791, William Roxburgh, de La Compañía de Las Indias Orientales envió el primer cargamento de Yute a Dundee (Escocia) para un experimento. Esa fue la primera iniciativa para el éxito comercial de la Dundee Yute Industry. A partir de entonces, con algunos arreglos en sus fábricas, Dundee’s Flax Industry (industria del lino) se convirtió al yute.
En 1822 se creó la primera manufactura de hilado de yute en Dundee, Escocia. La ciudad de convirtió rápidamente en el centro de esta industria. Desde 1855, la India desarrolló su propia capacidad de transformación del yute, siendo Calcuta la capital de esta actividad. En el momento de la partición de la India en 1947, la mayor parte de la producción estaba localizada en el Pakistán del Este (hoy Bangladesh).
Pero el éxito comercial definitivo del yute viene a mediados del siglo XIX, cuando, a causa de la guerra de Crimea (1853-1856), escaseó el cáñamo y se introdujo el yute, apareciendo en el mercado textil como sucedáneo de aquel.
Hasta tal punto crece el mercado de esta fibra que, desde entonces, el yute está fuertemente ligado a la historia de la India y, sobre todo, a la historia de Bangladesh, donde es de máxima importancia económica para los 100 años de enorme producción, repartidos en los siglos XIX y XX.
Se llamaba la fibra de oro de Bangladesh. Fue la llegada de las fibras sintéticas, en la década de 1970, lo que determina el declive de su importancia económica, a pesar de ser el yute, con mucha ventaja, la fibra vegetal más barata del mundo.
En esos siglos XIX y XX, ingentes cantidades de yute fueron importadas a Europa por el Reino Unido (mediante la Compañía de Las Indias Orientales) desde aquella región asiática. Este comercio fue determinante para el desarrollo de aquellas regiones de India, Pakistán y de todo Bangladesh. Los sacos de yute, justamente apreciados por su ligereza, resistencia y durabilidad, envasaron la producción agrícola de toda Europa durante esos cien años.
En la actualidad, la producción se concentra principalmente en India y Bangladesh, pero se cultiva en numerosos países: Bhután, Brasil, Camboya, Camerún, China, Egipto, Irán, Myanmar, Nepal, Pakistán, Perú, Tailandia, Uzbekistán y Vietnám. La producción de estos últimos, sin embargo, no se puede comparar con el volumen de producción de India y Bangladesh.
El algodón: su utilización
Continuamos el tema de esta importante planta textil que es el algodón, con otras informaciones sobre su utilización.
Procesos de acabado
Aparte del teñido y el estampado, el tejido de algodón recibe otros acabados para mejorar su aspecto y cualidades, como por ejemplo tratamientos para mejorar la resistencia a las arrugas en textiles, dado que el algodón no tiene la elasticidad de la lana o la seda. Los últimos avances en cuanto a acabados resistentes a las arrugas son los de planchado duradero o planchado permanente; además de lograr resistencia a las arrugas, estos acabados proporcionan pliegues permanentes.
Mediante tratamientos químicos es posible mejorar la resistencia al encogido, a las manchas y a la suciedad. Otros procesos de acabado protegen contra el deslizamiento de los hilos o contra los daños provocados por el moho, las polillas o el fuego.
Aplicaciones del algodón
Además de prendas de vestir y objetos domésticos, el algodón se usa en productos industriales, como filtros para acondicionadores de aire, balsas salvavidas, cintas transportadoras, carpas, neumáticos de automóvil, piscinas, cascos de seguridad o ventiladores de mina.
En muchas aplicaciones los textiles con recubrimientos protectores de plástico proporcionan mayor flexibilidad, menor peso y mejores resultados que los metales. Los productos industriales utilizan toda clase de fibras; muchos se fabrican con una combinación de fibras sintéticas sobre una base de algodón.
Las fibras sintéticas hacen que la tela sea resistente al moho y seque rápidamente, mientras que el algodón proporciona volumen y estabilidad. En cuanto al uso artístico del algodón, este tejido se utiliza en la vestimenta, el mobiliario, el encaje y los tapices.
Producción
Las fluctuaciones en la producción de algodón, incluso dentro de un mismo país, son importantes. Las causas de estas variaciones suelen ser: las condiciones ambientales, como la existencia de parásitos o las precipitaciones, y las condiciones económicas, como los costos de producción y la competencia de las fibras sintéticas. A pesar de ello, el algodón sigue siendo una materia prima importantísima para la industria textil.
La producción mundial a principios de la década de 1990 era de 18,9 millones de toneladas anuales.
En la década de 1930, Estados Unidos producía más de la mitad de todo el algodón del mundo; en la actualidad, produce aproximadamente la sexta parte. Los otros grandes productores son China, India, Pakistán, Brasil y Turquía.
Plata.
Sortijas, pulseras, aretes, cadenas, adornos y muchos objetos más de plata, son muy requeridos y su costo comercialmente es bajo en relación a otros metales como el oro o platino.
En la actualidad, para evitar el gran peligro social que significa salir por las calles llevado objetos de oro, los complementos de plata aún no son muy requeridos por los amigos de lo ajeno a no ser que las cantidades de plata sea de tamaño y peso atractivos.
La plata debe su nombre a la palabra latina platus, que significa primigeniamente plano y en la actualidad lamina metálica. El símbolo de la plata Ag (número atómico 47) tiene su origen en el latín argentun.
Con la plata se confeccionan, diversos objetos de varios tamaños, y formas, cada cual más bella por su perfección artesanal o industrial esto debido a su ductibilidad y maleabilidad, sin embargo es más duro que el oro, razón por lo que su desgaste es más lento como es el caso con los anillos. La plata tiene un brillo blanco metálico susceptible al pulimento.
Es un gran conductor de la electricidad y la conductividad térmica de todos los metales, su costo impide que se le utilice en forma masiva en aplicaciones eléctricas.
Uso de la plata
La plata se usa industrialmente, fotográfica, química, médica y electrónicamente.
Usado como conductor térmico y eléctrico
Se puede alear con uno o más metales.
Por ser metal precioso se usa en joyería (anillos, sortijas, aretes, pendientes, cadenas, pulseras, así como objetos de platería etc.
Cuando esta aleado se usa en las amalgamas dentales y metales, así como para cojinetes y pistones de motores de trenes eléctricos.
Se confeccionan armas blancas, espadas, lanzas o puntas de flecha.
Fotografía: Por su sensibilidad a la luz (particularmente el bromuro y el yoduro y el fosfato). El yoduro de plata se ha utilizado también para producir lluvia artificial.
Electricidad: Los contactos de generadores eléctricos de locomotoras de ferrocarril diesel eléctricas llevan contactos (de aprox. 1 in. de espesor) de plata pura.
En Electrónica: Por su alta conductividad es utilizada en los circuitos integrados y teclados del ordenador o computadora.
La plata se emplea para acuñar monedas de colección, y fabricar medallas como adorno o para premiar a los deportistas que ocupan el segundo lugar.
4. Aprovechamiento del carrizo en El Grullo y El Limón
En los municipios de El Grullo y El Limón el principal uso del carrizo es para manufacturar aros para coronas de muertos, cruces, chiquihuites, canastos y armazones para los castillos de juegos pirotécnicos. Como actividad secundaria está el aprovechamiento de los brotes tiernos como forraje para el ganado a través del pastoreo directo.
La elaboración de aros para coronas de muertos es un quehacer que tiene mucha importancia en estos dos municipios, pues prácticamente de aquí se surte toda la región. Según nos comentó una persona que cuenta con 25 años de experiencia en este oficio y cada año elabora alrededor de 3,000 aros, desde El Grullo se venden aros a los municipios vecinos de Autlán, Tonaya, Unión de Tula, Casimiro Castillo, Tuxcacuesco y Ejutla. La mayoría de las veces, los compradores hacen los pedidos y regresan por ellos en la fecha acordada con los confeccionadores.
En El Grullo son tres familias y tres personas las que se dedican de lleno al trabajo con carrizo, fabrican sobre todo aros y cruces de muertos durante los meses de junio a octubre. Dos de estas familias también trabajan el carrizo en los demás meses del año, pues además de elaborar aros, manufacturan chiquihuites y cestos para la ropa. Estos productos les retribuyen más dinero, aunque en cantidad son pocos los que se venden en comparación con los aros. Sin embargo y debido a la demanda, en los meses cercanos al Día de Muertos vale la pena enfocarse sólo a los aros y a las cruces.
Cabe mencionar que para los artesanos del municipio de El Grullo, el trabajo con el carrizo no es la principal actividad económica, es más bien un complemento de las labores habituales de trabajo. Esta situación de diversificación de actividades productivas se refleja en la cotidianidad: por la mañana las personas se dedican a vender su mano de obra, mientras que por la tarde y en la noche se emplean en la construcción de aros. Esa dinámica productiva se relaciona también con la temporada de demanda de aros, ya que en los días más próximos al culto a los muertos, ésta se incrementa a más del doble, por lo que los artesanos se ven en la necesidad a dedicarse a ello todo el día. Ante esta situación algunas familias se preparan previamente: recolectan la planta tres meses antes, manufacturan aros poco a poco y los almacenan en sus casas para que cuando lleguen los días de mayor venta, tengan la cantidad suficiente y no se vean tan apurados.
En El Limón las labores son parecidas a las de El Grullo, aunque son un poco menos las personas que trabajan el carrizo. En este municipio se identificó un total de cuatro artesanos, de los cuales tres trabajan individualmente y uno en grupo. Este último tiene un taller de cohetería. En este taller, que tiene más de 60 años de existencia y es un legado de los antecesores del dueño, se maneja tanto el carrizo como la pólvora; es decir, se combina la manufactura del carrizo con adornos de luces pirotécnicas. Aquí laboran siete personas todo el año, crean armazones para castillos, toritos y diversas figuras de carrizo que se incorporan a las fortalezas para adornar las noches de fiesta, donde se rinde culto y pleitesía a vírgenes e imágenes sagradas de los pueblos de Jalisco. El taller se conoce ampliamente en el estado y la venta de sus creaciones se extiende hacia otros estados, como Colima.
Al igual que los artesanos de El Grullo, excepto el taller de cohetería, para los del municipio de El Limón el trabajo con carrizo no es su actividad principal pues sólo elaboran aros en su tiempo libre y por tanto no representa una fuente de ingresos considerable para la familia. En uno de los casos, el artesano trabaja por la mañana de jornalero en el campo, otros días ayuda en el taller de cohetería de El Limón y muy esporádicamente, cuando tiene tiempo de sobra, se pone a hacer algunos aros: cuatro o cinco en un rato y los pone a la venta fuera de su casa. En otras ocasiones, cuando algún vecino necesita, le piden que les elabore algunos y él los hace para venderlos a un costo muy bajo. En otro caso particular, un artesano de aros y cruces que también es albañil, mantiene carrizo en el patio de su casa y lo vende a sus familiares, además del que utiliza para él mismo y sus muertos.
Si bien es posible identificar artesanos especializados en el trabajo del carrizo, en ambos municipios también se pueden encontrar varias personas que fabrican los aros que necesitan para su familia, es decir, para sus propias necesidades. La razón de que estas personas se dediquen esporádicamente a la artesanía de carrizo es que tienen a su alcance el recurso, no les cuesta mucho trabajo hacer algunos y además les permite ahorrar algo de dinero.
Cabe mencionar que el trabajo con carrizo también se puede considerar como una actividad que contribuye al fortalecimiento de la unión familiar. Las personas que elaboran sus propios aros, con frecuencia lo hacen con ayuda de sus hijos quienes forran los aros con papel crepe, pegan imágenes religiosas y los adornan con flores. Por tanto, muchas familias no tienen necesidad de ir a comprar los aros al mercado, a la tienda o al centro y obtienen mejores resultados al fabricar y arreglar coronas y cruces de muertos, en el sentido de que corresponden más a su gusto y antojo.
En ambos municipios los areros son de familias humildes y la mayoría está entregada fervorosamente a la fe de la Iglesia católica y sus reglas. Es por eso que esta gente ve el trabajo no sólo con fines materiales o monetarios, sino también como una manera de estar conectados con las tradiciones ceremoniales de la Iglesia y las costumbres del México profundo (Bonfil, 1994). De esta manera, se puede deducir que su trabajo se relaciona directamente con sus tradiciones religiosas (católicas).
Así, el trabajo de fabricación de aros, cruces, canastos, chiquihuites y armazones en los municipios de El Grullo y de El Limón va más allá del quehacer y el afán de obtener retribuciones monetarias, es además parte de la cultura y del sentimiento afectuoso de regocijar a las personas que ya no están en esta vida, pues se les brinda la ceremonia, la ofrenda y la festividad que dignamente merecen, a pesar de que ya no los podamos ver físicamente. Lo mismo se puede decir de los castillos y canastos: el hombre mantiene la costumbre por medio del carrizo que se ofrece cuantioso y noblemente se deja manipular de múltiples maneras para nuestro beneficio y el de los muertos.
El chapopote es un material que se caracteriza por tener propiedades protectoras contra el paso del agua; su función principal es proteger y prolongar la vida útil de las construcciones, ya sean de tierra, adobe o madera. Su manejo, como impermeabilizante, se inició hace más de tres mil 500 años en Veracruz, con los olmecas.
Aunque la llamada cultura madre lo utilizó, desde épocas prehispánicas, como impermeabilizante, el chapopote en México cobró auge en la década de los veinte, con la llegada de la industria petrolera.
La mezcla hecha con petróleo crudo y amoniaco (chapopote) fue utilizada, entonces, de forma directa, tanto en azoteas como en cimentaciones, para evitar las goteras o humedad.
Sin embargo, los olmecas asentados en la planicie costera del Golfo de México, además de impermeabilizante emplearon, “el betún que sale de la mar, y es como pez de Castilla, que fácilmente se deshace" –según describió fray Bernardino de Sahagún en su Historia General de las cosas de Nueva España, al chapopote- como sellador de embarcaciones, pegamento, recubrimiento de pisos y paredes y hasta para limpiar los dientes.
Los restos de vasijas con chapopote más antiguos que se conocen, son lo que se rescataron en el ejido El Macayal, ubicado en el municipio de Hidalgotitlán, Veracruz como parte del proyecto de rescate arqueológico del Cerro Sagrado El Manatí. En ese sitio los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recuperaron vasijas en las que, probablemente, se procesaba y calentaba el chapopote para usarlo como impermeabilizante.
Prepararlo representaba un gran reto, pues éste se tenía que hacer a altas temperaturas y bajo condiciones especiales. De no tener cuidado, podría generarse un sobrecalentamiento que traía como consecuencia la explosión del recipiente donde se realizaba la mezcla.
Este tipo de situación, de acuerdo con los expertos, habla de que los olmecas y las culturas subsecuentes que utilizaron el chapopote conocían sobre la química del material, aunque aún no se tienen los datos de cómo podían controlar las temperaturas, pues para lograr la cocción del chapopote era necesario llegar a los mil y mil 200 grados centígrados.
De acuerdo con las investigaciones de Carl Wendt, arqueólogo de la Universidad de Pennsylvania, los olmecas recolectaban el chapopote directamente de los yacimientos, muchos de los cuales se concentran en las zonas bajas del este de Veracruz entre los afluentes de los ríos Coatzacoalcos y Choapa.
Una vez recolectado el chapopote los indígenas lo trasladaban a los conjuntos habitacionales, donde se calentaba y combinaba con otros materiales como arena y elementos vegetales para que endureciera y se pudiera aplicar sin que el sol lo derritiera. Todo ello se procesaba principalmente en tecomates de bocas estrechas en el interior de sus casas.
Otro uso que dieron los olmecas al chapopote fue como combustible, hipótesis de los especialistas que se basa en los hallazgos de El Macayal. Alfredo Delgado Calderón, arqueólogo del INAH- Veracruz, explicó que las vasijas que encontraron con restos de la mezcla tenían varias capas, por lo que se intuye que éstas eran usadas como antorchas.
Como El Macayal es una zona de mucha vegetación, los mosquitos o zancudos son constantes, por lo que también se cree que probablemente prendían este tipo de ollas para hacer humo y ahuyentar a los insectos, pues de acuerdo con las crónicas de fray Bernardino de Sahagún: "el chapopotli es oloroso y cuando se echa en el fuego su olor se derrama lejos".
En el mismo lugar se encontraron usos del chapopote en contextos rituales, principalmente mangos de cuchillos localizados en el Manatí, cerro sagrado de los olmecas. La decadencia de esta cultura no provocó la desaparición del uso del chapopote, por el contrario, el material proveniente de las entrañas de la tierra, se utilizó en épocas posteriores.
En los periodos Clásico y Posclásico, grupos de Veracruz como los toltecas y Remojadas, e incluso del altiplano como los aztecas, lo utilizaron para la decoración de objetos en la construcción, como pegamento, goma de mascar, para aplanar pisos y recubrir embarcaciones.
Los Cayucos de Coatzacoalcos
Actualmente los habitantes de la costa del Golfo, establecidos en las áreas cercanas a los yacimientos chapopoteros, utilizan este material para aplanar la entrada de sus casas, patios, pisos y carreteras, pero sobre todo para arreglar sus embarcaciones tal y como lo hicieron sus antepasados hace más de dos mil años.
En diciembre del año pasado, en la margen derecha del río Coatzacoalcos fueron descubiertos dos cayucos, (embarcaciones de una pieza a partir de un tronco de árbol vaciado), de cinco y siete metros de largo, respectivamente.
Este hallazgo representó para los arqueólogos la confirmación del uso del hidrocarburo como impermeabilizante y sellador de embarcaciones, por lo menos, desde hace dos mil 500 años, pues aunque la madera de la que estaban hechos desapareció, se logró rescatar el revestimiento de los mismos, que es de chapopote.
Alfredo Delgado, responsable de proyecto de salvamento arqueológico explicó que estas embarcaciones, son las primeras localizadas en la parte del Golfo que confirman la utilización de una técnica milenaria de impermeabilización y sellamiento que está presente en nuestros días, aunque con algunos cambios.
"Para reparar las embarcaciones los antepasados primero ponían en las aberturas un poco de zacate seco que después martillaban con un cincel para que quedara apretado, después procedían a poner el recubrimiento que además de chapopote tenía, también, zacate seco, para que la mezcla amarrara. Hoy en día se sigue una técnica similar, sólo que en lugar de meter paja o zacate entre la abertura, ahora ponen trapos viejos y sobre ellos vierten el chapopote", explicó el especialista.
Delgado Calderón detalló que la impermeabilización o recubrimiento se realizaba varias veces, pues los restos de cayucos presentan diversas capas de chapopote que van de uno a siete centímetros de grosor.
Los cayucos se encontraron junto a otro tipo de vestigios de lo que podría ser la principal ciudad del señorío de Quazacoalcos, que se extendió por lo que hoy es el sur de Veracruz y el norte de Tabasco, informó el investigador.
En el sitio, donde se construirá un túnel de mil 400 metros de largo por 20 de ancho y diez de alto, para comunicar la cabecera municipal de Coatzacoalcos con el poblado de Villa de Allende, además se localizaron vestigios de vasijas y cajetes resanados con chapopote; ejemplo del empleo que los prehispánicos le daban a este material como pegamento.
Se encontraron además, las áreas donde se preparaba la mezcla, por lo que también se también se confirmó que el material líquido era mezclado con algunos vegetales para darle consistencia y durabilidad.
"Uno de los elementos excavados es un piso quemado de entre 10 y 30 centímetros de espesor que muestra entre sus escombros placas de chapopote vertido accidentalmente, fragmentos de ollas con restos de chapopote y gran cantidad de carbón, restos de palma y carrizo carbonizados y tepalcates sobrecosidos", apuntó.
El fechamiento, tentativo, del sitio – pues aún no hay resultados de las pruebas de Carbono 14 - se basa en el análisis de la tipología cerámica y de las figurillas, de ahí que se tenga una ocupación que va del 500 aC al 900 dC, quizá llegue hasta el 1200, aunque esta última etapa apenas se está definiendo, según lo declarado por el coordinador del proyecto de salvamento.
Los cayucos en concreto son contemporáneos o inmediatamente anteriores al clásico medio, pues arriba de ellos encontraron dos basureros prehispánicos correspondientes a tal fecha, además se hallaron contrapesos de pesca, almagre (un mineral de color rojo intenso que servía para pintar) y serpentina.
Todo lo anterior indica –de acuerdo con el investigador- que la pesca intensiva y especializada, y la explotación de materias primas, motivaron el asentamiento de este sitio, que funcionó como un puerto de acopio e intercambio en la costa del Golfo, así lo demuestra la diversidad de tipos cerámicos encontrados, pues abundan cerámica y figurillas mayas, teotihuacanas, totonacas, tuxtecas y de la cultura Remojadas, además de los tipos regionales.
Así mismo el arqueólogo dijo que probablemente se hable de un asentamiento pluriétnico, "aunque los habitantes locales debieron ser de filiación zoque, quizá popolucas, pues encontramos influencia de esa cultura en varios tipos, en su decoración y formas de vasijas".
Actualmente los cayucos y las piezas arqueológicas se encuentran resguardados por el Centro INAH- Veracruz.
USOS
La cochinilla es empleada tradicionalmente en el Perú desde las civilizaciones preincaicas en estado acuoso utilizando alumbre como mordiente, para teñir pelos de alpaca y algodón.
Actualmente, el uso principal de la cochinilla es en la modalidad de carmín, el cual es un producto versátil de gran valor para muchas industrias.
INDUSTRIA FARMACEUTICA
Carmín en polvo o solución empleada en preparación de grageas y tabletas. En solución alcalina se emplea en pastas dentífricas, enjuagues bucales, etc.
INDUSTRIA COSMÉTICA
Se emplea en lápices, polvos faciales, lápices para los ojos, etc. Desde el punto de vista de calidad, la industria cosmética es la más exigente, sólo acepta el carmín de alta pureza que coincida en tonalidad con sus patrones de calidad y color. Además, es el único colorante aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) para su uso en la zona de los ojos.
INDUSTRIA ALIMENTARIA
El consumidor de embutidos está acostumbrado a utilizar productos de cierta tonalidad de rojo. El fabricante emplea carmín para colorear sus embutidos cuando utiliza carne de cerdo y así poder teñir las tripas. Cuando el embutido es hervido por el consumidor se utiliza carmín en polvo. En Francia se le agrega en forma de sal colorante.
Con Carmín se colorean las bebidas alcohólicas (tipo Campari), bebidas no alcohólicas, jaleas, mermeladas, helados, yogurt, cerezas, sopas en polvo, etc. En general, cualquier producto que deba tener una tonalidad rojo fresa.
Proceso del trabajo en jade
Actualmente, las piedras son sometidas a un proceso de selección que empieza desde los yacimientos en Chalchuitan Chiapas y Cuenca del Motagua en Guatemala. Luego al llegar a los Talleres de Casa del Jade, las piedras son colocadas en una maquina por donde pasan por una sierra diamantada de 92 cms. de diámetro sumergida en una mezcla de aceites naturales y agua, que corta la piedra en placas de diferente grosor.
Cuando ya se tienen las placas, se selecciona la mejor parte de ellas, cuidando que cada una no tenga impurezas tales como cuarzo, mica, carbón cristalizado, etc. Luego se procede a trazar el diseño deseado sobre la placa de Jade con mina de aluminio, teniendo el cuidado de no trazar sobre fisuras o fracturas naturales de la piedra.
Enseguida con pequeñas sierras diamantadas se separa individualmente cada pieza, cortando solamente en línea recta aproximándose lo más posible al trazo. La forma del diseño final, se obtiene tallando con esmeriles diamantados que giran electrónicamente a 1800 revoluciones por minuto, desgastando cuidadosamente hasta lograr la forma deseada.
El pulido se logra con cuatro lijas de diferente calibre con abrasivos muy finos de carburo de silicio, oxido de cromo y polvo de rubí. Para lograr el brillo final se utilizan bandas de cuero humedecidas en aceites vegetales a las que se les aplica polvo de diamante industrial, es así como se obtiene el máximo brillo, garantizado para la eternidad ya que este brillo jamás se pierde.
Proceso del trabajo prehispánico en jade:
Si el jade no se talla como se debe, no se convierte en joya. A esta piedra durísima formada por la acción de la naturaleza en millones de años hay que tallarla y pulirla adecuadamente para extraerle el brillo y la riqueza que la hacen tan preciada.
La tecnología moderna y el conocimientos del arte tradicional esta dando lugar a sorprendentes creaciones y ponen al alcance de todos el uso y el disfrute de estas gemas que antes eran exclusivas de nobles y emperadores.
Nuestros antepasados utilizaron arenas de sílices, y polvos de obsidiana, granate cuarzos y el mismo jade (jade negro o verde muy oscuro porque son los mas duros), que eran untados a cuerdas de ixtles o henequén con grasas de animales y gomas vegetales entre las que destacaba la savia que se obtenía del bulbo de la orquídea Tzacutli (epidendrum pastoris), con los que tallaban en un proceso de fricción que podía llevar años enteros de paciencia, hasta lograr darle forma a las duras piedras.
También utilizaron como herramienta arcos de madera con un cuero para trabajar el jade.
Una de las características de las piezas precolombinas es que si tiene agujeros, estos tenían que ser cónicos, ya que para hacer los agujeros, utilizaban la dura madera del chicozapote, combinada con las arenas minerales ya señaladas.
La constante y eterna fricción lograban vencer al mineral y le daba un pulido mate.
El oro está presente en nuestra vida cotidiana y más cerca de lo que se piensa. Mientras que en muchos países asiáticos, tales como India, Tailandia, y China, el oro es importante para las ceremonias religiosas y las ocasiones sociales, cada vez que tomamos un teléfono celular o que ocupamos nuestros computadores, también estamos usando oro. Presente en pequeñas cantidades, los beneficios de este tipo de tecnología no serían posibles sin su presencia.
Esta una pequeña lista de ejemplos del uso del oro en nuestro día a día:
-Una pequeña cantidad de oro se utiliza en casi todos los dispositivo electrónico. Esto incluye: teléfonos celulares, asistentes personales, calculadoras, unidades de GPS, entre otros. La mayoría de las aplicaciones electrónicas grandes tales como los televisores también contienen el oro. Esto porque el oro es un conductor muy eficiente, que puede llevar corrientes minúsculas y mantenerse libre de la corrosión.
El oro también se utiliza en muchos componentes de los computadores. La transmisión exacta y rápida de la información a través del computador requiere un conductor eficiente y confiable.
El oro cumple estos requisitos mejor que cualquier otro metal. Los conectores que se usan para ensamblar el microprocesador y los chips de memoria sobre la placa madre contienen oro, así también los conectores usados para fijar todos los cables.
Las bolsas de aire (air bags), que se han instalado en más de 30 millones de automóviles en todo el mundo, cuentan con contactos eléctricos bañados en oro para asegurarse de que los dispositivos de seguridad funcionen cuando es necesario.
En las ventanas de los edificios nuevos se usan pequeñas cantidades de oro porque éstas reflejan un alto porcentaje de calor sin disminuir la luz. El costo extra de este proceso se puede compensar con costos más bajos de aire acondicionado.
Las ventanas de la cabina del piloto en los jets modernos están recubiertas de una lámina muy delgada de oro para desviar los efectos dañinos de los rayos solares y resistir temperaturas extremas.
En cientos de naves espaciales, el oro ha sido usado como una película para cubrir muchas partes de su interior. Esta película ayuda a reflejar la radiación infrarroja y a estabilizar la temperatura de la nave espacial. Además, en telescopios –como el Hubble- se ha utilizado oro para como revestimiento para aumentar su resistencia a la corrosión y a las conexiones eléctricas.
Tintes y colorantes.
Las culturas prehispánicas se vieron favorecidas en varios aspectos por la diversidad biológica del momento, y un reflejo de ello son los diferentes tintes que la naturaleza les proveyó. Colorantes de origen vegetal, mineral y animal lograron dar vida a todos sus tejidos, los cuales sin lugar a duda, presentaban una enorme gama de colores.
La mayoría de los materiales colorantes se extraían de semillas, hojas, raíces, cortezas o frutos de diversas plantas. De las maderas como el palo de Brasil o palo de Campeche, se obtenían tonos rojos que variaban según sus mordentes (fijadores); el color amarillo mostaza, al cual llamaban zacatlaxcalli; se obtenía de una planta parásita color naranja, que sembrada en tierras cálidas daba un amarillo fino que llamaban xochipalli; el negro se lograba por medio del hollín del pino o de otras plantas que quemaban y molían, como el palo de guayabo o las raspas de maíz.
Los colorantes de origen mineral provenían de tierras y piedras, como ejemplo tenemos al tizatl (yeso) con el cual se obtenían diferentes tonos de blancos; de la malaquita se lograban tonos verdes y amarillos. Toda una gama de colores, que va del rojo al amarillo, podía obtenerse también del óxido de hierro. Los colorantes de origen animal, no fueron tan variados como los vegetales, sin embargo el uso del caracol, como el de la grana cochinilla, fueron descubrimientos invaluables. La grana cochinilla, el añil y el caracol, fueron los tintes más cotizados y valiosos de la época prehispánica, además de ser una aportación histórica, que aún en nuestros días persiste.
Cómo usan los artistas la química en su trabajo
La ciencia y el arte están relacionados de una forma única, aunque su relación es más obvia con la biología y la matemática. La química, sin embargo, es la ciencia que hace posible casi todos los procesos artísticos. Desde la fotografía hasta la mezcla de pinturas y la elección del papel, la química se infiltra en el arte y lo hace posible.
Fotografía analógica
Todos aquellos que saben algo sobre la fotografía tradicional saben que el proceso fotográfico es químico. El papel de fotografía está hecho especialmente con capas de químicos. A diferencia del papel normal, no se desintegra en los baños químicos, y puede "mancharse" con la imagen en la película haciendo que la luz brille a través de ella y cause una reacción química sobre el papel. Luego de que la película se expone en el papel, el papel fotográfico pasa por una serie de líquidos químicos, cada uno de los cuales tiene un uso específico. Uno comienza a revelar la imagen (ya sea en blanco y negro o en color), otro le da tono (agrega sombras de color, como los tonos sepia) y otro más detiene el proceso de revelado. Por último, el papel se coloca en un recipiente con agua en constante movimiento, para lavar los químicos del proceso, antes de ser colgado para secar.
Mezcla de pintura
Cada tipo de pintura es una mezcla de diversos tipos de químicos. Los aceites, por ejemplo, se fabrican comenzando con un mineral como pigmento y agregándolo a un agente aglutinante o de base, como el aceite de lino, la goma arábica o la cera de abeja, y un solvente o diluyente para mantener la pintura en forma líquida. El solvente se evapora al contacto con el oxígeno, dejando atrás el pigmento y el aglutinante. Las moléculas que quedan se recombinan para formar un acabado duro y coloreado. Un artista que mezcla sus propias pinturas desde cero debe aprender una "receta" distinta para cada tipo de pintura, y a veces para cada color.
Procesos de escultura
Aunque muchas personas piensan en estatuas de mármol cuando se habla de esculturas, la realidad es que puedes encontrar resultados de la escultura en muchos lugares a tu alrededor.
Desde los juguetes para niños hasta los muebles, la mayoría de los objetos modelados atraviesan un proceso llamado inyección de moldeado, que es un proceso similar al usado por muchos artistas para crear esculturas. En él, el artista hace una escultura original, usualmente de arcilla o yeso. Luego se cubre con una variedad de químicos y capas de cera para hacer una réplica exacta. Este material suele ser una mezcla cuidadosamente medida de plásticos líquidos elegidos por sus propiedades específicas (fortaleza, durabilidad, color, textura) o puede también estar hecho de metal hecho líquido, piedra o minerales. Algunos artistas mezclan específicamente metales para crear una reacción química que resulte en diversos colores, texturas o resistencias.
Otros usos de la química en el arte
Aunque no es hecha específicamente por artistas, la restauración de arte es otro modo importante en que la química se usa para el arte. Un científico de conservación se especializa en reparar obras dañadas. Estos químicos pueden descubrir qué materiales se usaron para hacer la pieza, y cómo y cuándo se dañó. Los conservacionistas remueven el barniz viejo de las pinturas, limpian las obras de arte y hacen reparaciones, luego aplican una resina sintética que es más estable que las sustancias derivadas de la naturaleza. Este compuesto químico permanece brilloso y no se vuelve amarillento o se quiebra con el tiempo.
Se siguen utilizando los mismos materiales
Pieles
Las pieles se utilizaban una variedad de libros antiguos son los llanos códices pre-cartesianos, cuyos formato difiere notablemente de lo anteriormente descrito para los códices el vejo mundo.
Hoy en día se utiliza para ropa y zapatos y diferentes cosas.
Carbón
El carbón vegetal es un material combustible sólido, frágil y poroso, es el primer material de carbono utilizado por el hombre se utilizaba para las pinturas rupestres y para marcar el contorno de las figuras, además de usarse como pigmento de color negro.
Caliza
La caliza es una roca sedimentaria compuesta mayoritariamente te por carbono de calcio, la caliza fue empleada como material constructivo en la mayoría de las culturas. Y hoy en día se sigue utilizando para la construcción.
Adobe
El adobe es una pieza para construcción hecha de masa de barro, con el adobe se construyen paredes y muros variadas edificios.
Estuco
El estuco es una pasta de grano fino compuesto de cal apagada, mármol pulverizada, se utilizaba sobre todo para enlucir paredes y techos.
Barro
El barro o lodo es una mezcla semilíquida de agua y tierra, los usos en las culturas mesoamericanas son muy variados, desde la construcción donde se usa para darle terminación de calidad, para fabricación de envases para almacenar agua, artesanías como jarros de barro, elementos decorativos y esculturas que se siguen utilizando hoy en día.
Diferencia
El área donde se desarrollaron las culturas del Golfo de México forma parte de la llanura costera, que se extiende desde el Norte de Tampico, Tamaulipas, hasta el borde donde hacen frontera los estados de Tabasco y Campeche. Las zonas ocupadas por los grupos prehispánicos se caracterizaban por encontrarse dentro de las tierras bajas, si bien es cierto que, con frecuencia, se asentaron en algunos puntos de la sierra. Toda esa área es irrigada por una amplia red hidrológica formada por importantes ríos como el Pánuco, Tuxpan, Cazones, Tecolutla, Nautla, Papaloapan, Coatzacoalcos, Grijalva y Usumacinta, entre otros muchos que, alimentados por corrientes secundarias, forman grandes pantanos y numerosas lagunas a lo largo de la costa. Esta aparente homogeneidad geográfica del área es interrumpida por algunos macizos montañosos como los de Otontepec, Tantima, Chiconquiaco y los Tuxtlas, así como por zonas semiáridas que en conjunto jugaron un importante papel en el desenvolvimiento y concepción culturales.
Aunque el máximo desarrollo de la zona corresponde al período clásico, algunos lugares llegaron a ser ocupados hace unos 7,000 años por lo menos, para entonces solo es posible identificarlos como grupos de recolectores, cazadores y pescadores de los ríos y en las lagunas, como sucedió hacia la zona de los ríos Tecolutla - Nautla y tal vez en la cuenca baja del Pánuco. Tuvieron que transcurrir varios milenios antes de que los habitantes de la costa del Golfo comenzaran a definir las expresiones culturales a partir de las cuales es factible reconocerlos; arquitectura, escultura, cerámica, conocimientos e ideología en general. Así, en el período formativo sobresale la cultura Olmeca, en el clásico las llamadas culturas de Veracruz Central y Huasteca, y en el Postclásico sobresaldrán los Totonacos en el centro de Veracruz, en tanto que en el norte continuaría la cultura Huasteca con diferentes logros y concepciones bastante distintas a las del período anterior.
Los estudiosos de la Arqueología mesoamericana han establecido una división geográfica de la misma en 5 zonas principales: Occidente (los estados actuales de Michoacán, jalisco, Nayarit. Colima, Sinaloa y Guerrero); el Altiplano (Estado de México, Guanajuato, Querétaro, Distrito federal, Morelos, Puebla y Tlaxcala); Oaxaca; la Zona Maya (Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Chiapas, y Centroamérica hasta el Salvador), y por supuesto el Golfo (Veracruz, Tabasco y Tamaulipas). La secuencia cronológica del Golfo se desarrolló de la siguiente manera:
En estas regiones se dará un desarrollo ininterrumpido de diferentes culturas, relacionadas entre sí y herederas continuas de los avances anteriores. Algunos rasgos comunes a todas ellas son los siguientes:
El conocimiento y utilización de una vasta gama de técnicas para la producción agrícola;
El uso del bastón plantador o huitzoctli y el azadón de madera o huictli;
El cultivo del maíz, frijol, calabaza, chile, chía y tomate, y la preparación de tortillas de maíz con cal;
El cultivo y trabajo del algodón;
La fabricación de terrazas o terraplenes y obras hidráulicas de diversa índole;
La edificación de complejos urbanos y plataformas piramidales escalonadas;
El uso del estuco para el recubrimiento de superficies arquitectónicas; y
El trazo de patios en forma de "I" para el juego de pelota
Otro rasgo importante, compartido por los grupos mesoamericanos, es la producción regular de un amplio excedente, lo que dio origen a fenómenos sociales relevantes, como el surgimiento de un estrato dirigente de organizadores de la producción, desligados de los medios de producción directas y mantenidas mediante un sistema de distribución. La existencia de grandes centros urbanos, la multiplicación y complicación de las funciones religiosas y la progresiva militarización de los señoríos fueron factores que agudizaron la estratificación. La capa más numerosa, la de los tributarios, tuvo que mantener una sociedad llena de gastos. La contradicción entre tributarios y tributados fue profunda. Paralelamente surgió y se consolidó una extensa red comercial y una capa de comerciantes prósperos, rodeados de riquezas y algunos privilegios, pero sin las prerrogativas y el status de la nobleza.
Entre los años 6000 y el 1000 a.C. en Mesoamérica surgieron en forma independiente modos de vida nuevos, fundados en la domesticación de gramíneas y otras plantas comestibles (amaranto, calabaza, frijol, aguacate, chiles, chayotes, etc.) y la creación de aldeas permanentes. Mesoamérica es una zona muy diversificada donde colindan medios naturales de grandes contrastes entre los que sobresalen la selva tropical lluviosa que cubre Chiapas, Tabasco, Quintana Roo, Guatemala y Honduras; las costas marinas de Baja California, Nayarit y Guerrero; las estepas y zonas montañosas con sus tres regiones clave, Tamaulipas, el Valle de Tehuacán y la región de Oaxaca.
En la región de las estepas tropicales, entre 6500 a 5000 a.C. en las fases culturales de Tamaulipas, Tehuacán y Oaxaca, los vestigios arqueológicos evidencian cultivos tempranos de frijol, calabaza y chile, a los que añadieron en etapas posteriores el zapote y las más antiguas mazorcas de maíz cultivado. En esta etapa, que abarca de 5000 a3000 a.C., los campamentos eran semi permanentes, pues los cultivos se realizaban durante las fértiles temporadas de lluvia. En la sierra de Tamaulipas, durante la fase denominada La Perra (3000 a 2200 a.C.) aparecen obras textiles hechas de fibras de maguey y yuca, resaltando el tejido de esteras. Hacia 1200 a.C., surge la primera alta civilización de Mesoamérica, la de los olmecas, y se establece a partir de estas fechas y hasta el 900 a.C. un patrón cultural mesoamericano.
Los ancestros de quienes iban a conformar la cultura olmeca procedían del Norte de Sudamérica, quizá de Colombia y Ecuador. Aquellos primeros grupos pudieron haber penetrado hacia el territorio mesoamericano, vía la Costa del Pacífico de Guatemala y Chiapas. Las ocupaciones indican que fue allá en donde se gestaron algunas de las características que han hecho posible identificar sus antecedentes.
Tales grupos denominados proto-olmecas, dejaron sus huellas en cerámica fechada alrededor de los años 1500 al 1400 a.C. De aquellas partes de la costa, algunos probablemente avanzaron tanto al interior del actual estado de Chiapas, como hacia el Istmo de Tehuantepec. De esta manera, pudo haber comenzado una primera separación de grupos: mientras unos remontaban la cuenca del Grijalva rumbo a la costa del Golfo de México, otros tal vez, la alcanzaron a través del Istmo. Pero de éste último, algunos más pudieron penetrar hacia el valle de Oaxaca; posteriormente pasarían a lugares de los actuales estados de Puebla, Morelos, Guerrero y de la cuenca del Valle de México.
Aquellos proto olmecas, quizá numéricamente pocos, deben haberse fusionado con los habitantes locales sin dejar más huellas que algunas formas cerámicas como los tecomates, la decoración de "mecedora" y la cocción diferencial, conocidos de antiguo por ellos. Con el tiempo, al darse diferentes relaciones con los grupos de la costa del Golfo, otros conceptos serían incorporadas a su cultura material e ideológica.
Por el contrario, los que penetraron hacia la Costa del Golfo se integraron de tal modo con los pobladores locales que al correr de los años devendrían en las expansiones que se reconocen ahora como olmecas. No obstante, se conservaron ciertas formas cerámicas y técnicas decorativas semejantes a las ya señaladas que erróneamente se tienen como olmecas. Aquellos grupos parece que arribaron a la Costa del Golfo alrededor de los años 1350 y 1300 a.C.; unos cien años más tarde es posible que hubieran desarrollado buena parte de las características de la cultura olmeca. Para entonces, ya se habían extendido por un amplio territorio localizado entre los actuales estados de Veracruz y Tabasco.
Los olmecas llegaron a ocupar desde la llanura costera hasta las primeras estribaciones de la sierra y desde la cuenca del río Papaloapan hasta la del río Santana, al Sur del Blasillo - Tonalá. Ese territorio se conoce como área olmeca metropolitana o área nuclear olmeca, pues en ella se han reconocido los sitios más importantes de dicha cultura. Sin embargo, sus manifestaciones e influencias se dejan sentir desde el centro de Veracruz hasta la cuenca del Usumacinta. Con menor importancia, sus huellas se encuentran tan lejos como la Huasteca por el Norte, sin que sea dado hablar de una extensión de lo olmeca; una apreciación válida por cuanto corresponde a sus manifestaciones en el área maya.
Por otro lado, fuera del área nuclear, su presencia llegará tan lejos como Centroamérica, Chiapas, Oaxaca, Puebla, Morelos, Guerrero y la cuenca del valle de México; sin embargo, piezas como algunas hachas encontradas en Etzalán, Jalisco, no significa una extensión de portadores de dicha cultura. En cuanto al área nuclear, los sitos más sobresalientes son San Lorenzo, aparentemente el más antiguo, Laguna de los Cerros, Potrero Nuevo, San Martín, Las Limas y Tres Zapotes, entre otros varios lugares de Veracruz, y sin olvidar el más importante de Tabasco, La Venta.
Se supone que un edificio típico olmeca consistía de una construcción de materiales perecederos: postes de madera, paredes de carrizo repelladas con lodo, techos de palma y pisos de tierra apisonada, con o sin una subestructura. Las subestructuras o basamentos eran de tierra compactada, ya sea arcillas o arenas de origen local. En algunos casos, se utilizaron piedras como recubrimiento, y para la fabricación de los monolitos esculpidos y las "columnas basálticas". Las subestructuras pueden tener forma piramidal, como los edificios C1 y D1 de La Venta, o pueden ser plataformas de planta rectangular.
Área Nuclear Olmeca
Los geólogos han determinado que el basalto usado para hacer la mayoría de los monumentos en San Lorenzo y La Venta proviene del área de los Tuxtlas. En 1960, el arqueólogo Alfonso Medellín Zenil descubrió Llano del Jícaro, una cantera de basalto olmeca, así como un sitio – taller. La cantera, cerca de los Tuxtla, está a solo 7 kilómetros del centro olmeca de Laguna de los Cerros, y era controlado por él. Las excavaciones de 1991 en Llano del Jicaro proporcionaron datos acerca del proceso de manufactura de monumentos. Un gran altar sin terminar encontrado en el sitio demostró que los monumentos eran conformados en su forma básica en el sitio de extracción del material, y luego eran transportados a los centros para su terminación. Sin embargo, la pregunta es ¿Cómo fueron transportadas estas enormes piedras para altares y cabezas colosales desde los Tuxtlas, a través de colinas, ríos y pantanos del territorio olmeca hasta San Lorenzo y la Venta?
Es difícil conocer la traza arquitectónica de los asentamientos prehispánicos correspondientes a los períodos más tempranos de Mesoamérica, ya que en la mayoría están cubiertos por ocupaciones posteriores. El caso de la antigua ciudad de la Venta es único, puesto que conserva el trazo arquitectónico original: nunca tuvo una ocupación posterior a lo que se considera su auge olmeca.
Como todos los sitios olmecas conocidos, San Lorenzo impresiona mucho menos que las ciudades mayas de Yucatán. Por una razón: ésta mantenía tan solo a unos pocos miles de habitantes, menos de los 100,000 o más de las ciudades mayas. Los edificios principales eran poco más que montículos de tierra cubiertos por hierbas, carentes de cualquier tipo de fachada de mampostería y probablemente estaban coronados por construcciones de troncos y cubiertas de palma. Todo el sitio de San Lorenzo es un gran montículo, completamente artificial en su origen. Del mismo modo, las crestas en forma de dedos que sobresalen de los lados de la gran meseta pueden ser considerados también como montículos. Ya que no existió en absoluto el uso de la piedra para la arquitectura, la línea entre lo que se considera una construcción en forma de plataforma y lo que parezca ser otra cosa es a menudo ambigua. Pero en muchos casos, particularmente es el de lo que deben haber sido plataformas habitacionales, no cabe ninguna duda.
Montículo artificial de San Lorenzo
Se supone que la mayoría de los montículos en San Lorenzo son plataformas que servían de base a viviendas ancestrales, ahora desaparecidas. Hay cerca de 200 de éstos en el mapa, y es muy probable que falten aún otros por descubrir. Son elevaciones poco pronunciadas en la superficie, frecuentemente de menos de un metro de altura, y generalmente rectangulares en planta. Su distribución recuerda la situación clásica maya, a menudo se encuentran dos montículos en ángulo recto, o tres delimitando un patio.
Ahora se sabe que los grandes centros olmecas que se desarrollaron en San Lorenzo, La Venta y Laguna de los Cerros, y los centros pequeños tales como Tres Zapotes, no eran meros sitios religiosos despoblados, sino asentamientos dinámicos donde vivieron artesanos y campesinos, especialistas religiosos y dirigentes. La arquitectura olmeca incluye tanto edificios públicos religiosos como residencias de la élite y casas comunes. Los edificios públicos religiosos fueron casi siempre plataformas de tierra, sobre algunas de las cuales se construían grandes estructuras de tipo habitacional. En La Venta se observan después del 900 a.C. tales plataformas alineadas alrededor de grandes plazas e incluyendo un nuevo tipo de arquitectura, un alto montículo piramidal, o en el caso específico de La Venta, tronco - cónico.
Plano topográfico de San Lorenzo, donde se aprecian las crestas que sobresalen del perfil de la meseta artificial.
Mientras que a primera vista los montículos se distribuyen por toda la superficie de San Lorenzo, hay concentraciones significativas de montículos habitacionales en algunas áreas. De hecho, pueden definirse dos patrones lineales Norte - Sur. Uno de estos corre al sur desde el extremo de la cresta Noroeste, continua entre una línea de lagunas por el lado poniente del sitio, y se extiende hasta la cresta Suroeste. La otra línea comienza al este del grupo B, y se extiende al Sur de forma similar a lo largo de la cresta Sureste, la cual tiene tantas plataformas habitacionales que ha sido bautizada como la "Calle Principal" (Main Street). Hay dos claustros más, uno en la base de la cresta Sur Central, y otro justo al Noreste del Grupo A.
San Lorenzo es en realidad un domo de sal que con el paso del tiempo recibió una gran cantidad de escombro por ocupaciones, lo que elevó su masa. Toda esta construcción masiva descansa sobre un meseta natural. Muy por debajo de San Lorenzo hay una serie de capas de piedra. Las más profundas son bentonitas del Oligoceno (cenizas volcánicas consolidadas, sumergidas en el manto freático, usadas de manera extensiva como relleno en la fase San Lorenzo) éstas están cubiertas por la formación de El Encanto, del Mioceno temprano, integrado por capas de lutita (arcillas sedimentarias consolidadas) alternando con capas muy delgadas de estratos bentoníticos. Encima de esto, y directamente bajo los niveles culturales más primitivos, hay muchos metros de gravas ferrosas y arenas que pudieran pertenecer al Plioceno y/o al Pleistoceno. La meseta de San Lorenzo está soportada por uno de los profundos domos de sal que son muy comunes en la altamente tectónica cuenca del Coatzacoalcos. Fotografías aéreas indican que esta elevación ha estado modificando los ríos Tatagapa y Coatzacoalcos hacia el oeste y el este respectivamente, probablemente a lo largo de un período de muchos miles de años.
Durante las primeras excavaciones se creía que la meseta de San Lorenzo era de origen natural, y que las hondonadas que la cruzaban por los lados Norte, Oeste y Sur eran resultado de la erosión. Ahora se sabe que esto era un error. Por ejemplo, las crestas de los Grupos C y D, que sobresalen de San Lorenzo por el Oeste, son obviamente artificiales ya que cada una es un reflejo de la otra. Exactamente el mismo tipo de reflejo simétrico se observa en las crestas Suroeste y Sureste, con la diferencia de que al sur del montículo C4-35, la planta del Suroeste no se completó. Las excavaciones en la cresta del Grupo D han arrojado que ésta es artificial hasta una profundidad de 7 metros bajo el nivel del suelo, mientras que los depósitos culturales de la plataforma Noroeste alcanzan casi la misma profundidad. La mayoría de la construcción de estas crestas es anterior a la misma fase San Lorenzo. Así, las hondonadas delimitadas por las plataformas son artefactos también, aunque una cierta cantidad de erosión desde el abandono del sitio las ha agrandado.
La traza arquitectónica de La Venta exhibe un patrón que requirió planeamiento y organización. Con base en fechas radiométricas y material cerámico, se asume que la traza arquitectónica corresponde al período comprendido entre el 600 y el 400 a.C. Aún no se define si esta organización arquitectónica rigió su traza en siglos anteriores a los mencionados. El arreglo de los edificios de La Venta obedece a alineaciones en ejes norte - sur, formando espacios (¿plazas?) alargados entre cada alineación. En La Venta se han definido 10 complejos arquitectónicos: A, B, C, D, E, F, G, H, I y la "Acrópolis Stirling". Se estima que la extensión máxima de esta antigua ciudad cubrió 200 ha; desgraciadamente poco más de la mitad de los vestigios arquitectónicos han sido destruidos desde los años cincuenta.
Complejos C y A de La Venta
Los edificios de La Venta eran simples construcciones de barro que parecen haber sido protegidas en su época por un recubrimiento de piedras pulidas y tierras compactadas y coloreadas. Tenía el sitio, como elemento principal, una gran "pirámide" de extraña forma, dominando un conjunto arquitectónico orientado de norte a sur y limitado en el extremo opuesto por una pirámide escalonada. Esta pirámide de barro, de unos 130 metros de diámetro y 30 de altura, tiene una forma que se acerca más bien a la de un cono truncado y en cuyos costados van alternando diez lomos con diez depresiones simétricamente repartidos, forma que, a decir de los arqueólogos, pudo haber sido inspirada por los conos erosionados tan abundantes en la región de los Tuxtlas.
Plano del centro ceremonial de La Venta
El complejo A es el grupo arquitectónico más pequeño de La Venta y es considerado el recinto ceremonial del sitio. Cerrándose alrededor de esas dos masas principales, se integraban plazas mediante la combinación simétrica de plataformas bajas, escaleras y unas extrañas empalizadas formadas por grandes columnas monolíticas de basalto empotradas verticalmente en el piso y muy próximas una de la otra. Estas empalizadas remataban, en medio de las dos plazas, con unos recintos totalmente cerrados formados por esas mismas columnas basálticas. En esta unidad arquitectónica se descubrieron más de 20 ofrendas pequeñas, las cuales tenían vasijas de cerámica, cuentas y figurillas de piedra, hachas votivas y otros objetos portátiles. Asimismo, en este conjunto arquitectónico se encontraron "ofrendas masivas". Se trata de construcciones subterráneas, de cerca de 8 m de profundidad y aproximadamente 20 m por lado, dentro de las cuales se depositaron bloques de serpentina verde formando un diseño abstracto – imaginativamente llamados "máscaras de jaguar", y cuya presencia oculta debió representar para los olmecas un contacto mágico con las fuerzas del agua, de la tierra y del cielo.. Estos mosaicos fueron inmediatamente tapados con arenas de diferentes colores, sobre las cuales se construyó un montículo de adobe circundado por las columnas de basalto.
Corte de la ofrenda masiva de La Venta
Por otro lado, los "pavimentos" son también depósitos subterráneos a menor profundidad que los anteriores, donde también se dispusieron toneladas de bloques de serpentina en forma de pavimento, sin formar un diseño abstracto como los primeros. La función y el simbolismo de estas singulares construcciones es desconocida, pero se deduce que su importancia es ritual y que posiblemente están asociados a la Madre Tierra. Dentro del montículo piramidal que limitaba el conjunto al Norte, se han descubierto algunas "tumbas". Dentro de la estructura A-2, se encontró una tumba que consistió de un recinto con paredes y techo formado por columnas de basalto, provenientes sin duda de las empalizadas mencionadas. Dicho depósito funerario contenía restos óseos deteriorados e incompletos de dos individuos jóvenes sobre una capa de pigmento rojo. Asimismo, se encontraron otros depósitos menos elaborados clasificados también como "tumbas", sin restos óseos, pero que por la disposición de los materiales asociados se interpretaron de esta forma.
Planta del mosaico de serpentina, y tumba con columnas de basalto
Si bien la arquitectura de San Lorenzo y La Venta todavía era de barro, pronto empezarían a surgir en otras regiones, durante el Formativo superior, los primeros intentos de arquitectura en piedra. La evolución de los elementos arquitectónicos que rigieron en toda Mesoamérica, tuvo un importante escenario en el área nuclear olmeca. Desde la compactación de los basamentos y plataformas de barro, la extracción y el corte de las piedras, los inicios de las escaleras y de los pilares, y la construcción de habitaciones con materiales perecederos principalmente de origen vegetal; hasta la concepción de los primeros centros ceremoniales, de los basamentos para los templos y de las tumbas.
Vista actual del la Gran Pirámide de La Venta
Mientras que los grupos que en el período clásico se asentaron en el Centro de Veracruz se presentan claras diferencias en sus desarrollos, formas de expresión y estilos artísticos, en la Huasteca (de Norte a Sur y de Oriente a Poniente) las manifestaciones culturales reflejan mayor homogeneidad. En cuanto al área ocupada por los grupos del Centro de Veracruz, puede considerarse que se extendía desde la costa del Golfo hasta las primeras estribaciones de la sierra, y de la cuenca del río Papaloapan hasta a la del Cazones.
Región del golfo durante el Clásico
En ese territorio se ha reconocido un estilo artístico integrado por varias tradiciones culturales que, aun cuando empezaron a revelarse varios siglos antes de la era cristiana, alcanzan su apogeo durante el Clásico. Aunque es posible apreciar diferencias entre esas tradiciones, paradójicamente los conocimientos actuales no permiten establecer límites regionales; en cambio, con frecuencia se presentan marcados traslapes interzonales. A pesar de ello, podría hacerse referencia a la zona de Cerro de las Mesas. Allí, durante el Clásico, se da un estilo escultórico en lápidas y estelas de gran calidad estética que ha sido ligado con expresiones de la costa del Pacífico de Chiapas y Guatemala. también es posible hacer referencia a la zona de Remojadas - Tlalixcoyan - Apachital, reconocible por su excepcional escultura menor hecha de barro, en la que sobresalen las caritas sonrientes. Éstas, aunque aparentemente se comienzan a fabricar desde el Protoclásico, alcanzan su máximo apogeo hacia finales del Clásico temprano y Clásico tardío, en gran medida relacionadas con el culto a la muerte y a los muertos.
En estas esculturas y en otros aspectos se aprecian claros nexos con Teotihuacán, tanto en lo técnico - especialmente en aquellas manufacturadas con las extremidades articuladas -, como en lo ideológico. Para el Clásico tardío no deben olvidarse las esculturas menores hechas de barro y fabricadas en molde de la zona de Nopiloa. Asimismo, no deben olvidarse las grandes esculturas, también hechas en barro, del período Clásico tardío _ Epiclásico, que probablemente se continúan hasta el Postclásico allá en la Mixtequilla. Mención especial debe hacerse del Norte de Veracruz Central por su característico estilo arquitectónico a base de nichos y cornisas voladas y la escultura en bajo relieve que alcanza un lugar sobresaliente durante el Clásico tardío y Epiclásico.
Estas consideraciones geográfico - culturales no podrían aplicarse a los llamados "juguetes" con ruedas, ni a la trilogía de yugos - palmas - hachas, toda vez que su difusión no se restringe a los límites señalados para Veracruz Central. En efecto, en el caso de los "juguetes" con ruedas, su presencia se deja sentir hasta Centroamérica por el sur y el área de Pánuco por la costa del Golfo de México, aunque su probable origen esté en la zona de Remojadas con una cronología que iría del Clásico al Postclásico tardío. En cuanto a los yugos - palmas - hachas, su distribución en la costa del Golfo alcanza desde el área de Tampico - Pánuco a la cuenca del medio y bajo Usumacinta. Hacia el norte y centro de México se encuentran en la Sierra Gorda de Querétaro; por el sur en El Salvador en Centroamérica, si bien en las partes más alejadas de Veracruz Central son más comunes los yugos e incluso las hachas. Cronológicamente esta tradición fue bastante prolongada pues aparentemente se inicia en el Clásico temprano, o tal vez en el Protoclásico, y termina en el Clásico tardío.
Aunque estas zonas geográfico culturales les tuvieron vínculos artísticos, políticos, económicos y religiosos, con frecuencia resulta imposible determinarlos con claridad. Por el contrario, sus nexos con otras áreas culturales pueden reconocerse, pero resulta muy difícil cuantificar su impacto y relevancia. Xochicalco, Cholula, Teotihuacán y Cacaxtla dan cuenta de tales relaciones; a la inversa, Remojadas - Tlalixcoyan, Matacapan, Nopiloa, entre otros varios lugares de Veracruz Central, dejan ver esos nexos en la cerámica, en la arquitectura o en el culto de ciertos dioses. Tláloc y Huehueteótl que llega a la costa del Golfo desde el Altiplano Central; Xipe, Mictlantecúhtli y el dios Gordo, que son aceptados en el centro de México, enfatizan tales relaciones. Aunque debe aclararse que Xipe podría ser originario del estado de Guerrero, según algunos investigadores.
Vista del Tajín desde el Edificio de las Columnas
Durante el período Clásico, política, económica y urbanísticamente no se encuentra en el sur de Veracruz Central nada semejante a El Tajín o Yohualinchán. En El Tajín, aunque la actividad constructiva se inició alrededor del año 100 d.C., su máximo esplendor incide entre los siglos VII y X. De las distintas épocas, por su importancia arquitectónica destacan el conjunto del Tajín Chico, el Edificio de las Columnas, los Juegos de Pelota Norte y Sur, el grupo del Arroyo y la Pirámide de los Nichos, entre otros. Esta última estructura es un ejemplo único del dominio del claroscuro a través del juego de volúmenes; luz y sombra. Celosías, xicalcoliuhquis en planos remetidos, grecas escalonadas, mosaicos de piedra y la talla de relieves en los edificios dan a esta ciudad un lugar excepcional en la arquitectura mesoamericana.
Conclusión
Aprendimos que desde tiempo memorables la química a estado presente distintos materiales que las culturas mesoamericanas utilizaban para realizar pinturas repostes utilizando materiales como: cal, oro, baba de maguey, plata, madera, adobe, entre otros.
También aprendimos como estos materiales han ido medicando su forma de elaboración y su utilización para llevar a cabo distintas actividades.
Nos dimos cuenta de estas culturas a puesto de utilizar materiales ¨naturales¨ no conocían realmente el daño que esto causaba a la salud y al medio ambiente. Actualmente conocemos que esos materiales son igual mente utilizados en nuestra vida cotidiana hace como lo era en cultura mesoamericanas, se siguen utilizando sin importar el daño que ocasionan, solo que ya se utilizan más químicos que cosas naturales. Es importante que nuestra generación conozcamos y mantengamos las costumbres que nuestros asentros tenían para sí poder conocer y aprovechar las propiedades de estos materiales.
Hace como agregar la habilidad en el empleo de los recursos naturales y la elaboración de materiales constructivos.
Para conocer su vida cotidiana y sus creencias y como utilizaban los materiales como era la forma de formar las esculturas y entre otros.
Importancia
Constituyen una riqueza para el país en el que se encuentran los centros arqueológicos.
Tras su descubrimiento, los arqueólogos desarrollan sus estudios, que posteriormente publican.
La apertura de Museos y de centros arqueológicos, a visitantes que pagan por el acceso y la contemplación de los mismos. Constituye una fuente de ingresos para el lugar: Hoteles, Restaurantes, Taxis, Coches de alquiler, lineas aéreas..
La explotación turística de estos lugares ayuda a las financias del país, pues ingresa el dinero de los impuestos que pagan los turistas.
Como veran, aunque solo sea económicamente, interesa conservar los centros arqueológicos.
Otra parte importante es su iconografía. Los edificios monumentales estaban decorados con imágenes de importancia religiosa y cultural y en muchos casos con escritura en algún sistemas de escritura mesoamericanos. La decoración iconográfica y los textos son colaboradores importantes del conocimiento actual de la sociedad, historia y religión precolombinas en Mesoamérica
Medio de difusión
Biografía
Libro de Química 3
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